En estos momentos no existe un grado de conciencia ambiental muy desarrollado, tanto de las empresas como de los usuarios de tecnología.
Aún si las personas, en forma individual se preocupan por la contaminación al desechar sus computadoras, difícilmente encuentran un circuito que les permitan disponerlas de formas seguras y terminan tirándolas con la basura común, con destino incierto.
Lo habitual es que terminen siendo rescatadas por recolectores informales y sean desmanteladas para separar el metal o el plástico que pueda venderse y el resto se quema o se tira en los basureros donde no se degradan o si lo hacen, producen una alta contaminación.
Existen algunas organizaciones que reciben equipos como donación para repararlos y entregarlos a escuelas carentes para achicar la brecha digital en los países menos desarrollados, pero al menos un 60% del material que reciben es obsoleto o esta roto y es desechable.
Los teléfonos, mps, pendrives y otros accesorios, además de las impresoras, fotocopiadoras y scanners pasan los mismos procesos y tienen el mismo destino.
Esto implica que no sólo no hay mucha información sino que tampoco hay mucho interés para promover una solución ecológica de forma sistemática en la que todos participen.
El reciclado bajo condiciones de salubridad puede ser muy costoso y requiere de un mercado que utilice los insumos obtenidos, que no siempre existe.
La disposición de productos tóxicos es aun más complicada y cara, por lo que se desconoce que pasa con ellos ni quien se ocupa, si es que alguien lo hace.
Utilizar las partes de las computadoras y accesorios tal cual se obtienen después del desmantelamiento para generar nuevos objetos produce un ahorro significativo de energía, resuelve con eficacia la posible contaminación producida por el desecho y permite aprovechar creativamente materiales que, de otro modo, irían a la basura.
En función de esto, hay dos aspectos a considerar: la obtención de la materia prima y el diseño del producto.
El desarme de estos productos genera una cantidad importante de materia prima con infinitas posibilidades.
En segunda instancia, con un relevamiento de los componentes tóxicos y no tóxicos, se puede avanzar hacia la recuperación completa de los equipos y extender la creación a objetos que los utilicen totalmente.
El aporte de los usuarios
Los ambientalistas y diseñadores pueden hacer una enorme contribución y liderar un cambio en la mentalidad de las personas de la comunidad tecnológica. Se puede crear un nuevo mercado que involucre también a personas que no manejan tecnología, pero que utilizarían los objetos que se creen a partir del reciclado. También mejoraría la calidad de vida de las personas que viven en áreas contaminadas y de los que trabajan en condiciones insalubres con materiales tóxicos desprendidos de las partes desarmadas. El solo hecho de que el uso de la tecnología avanza con mayor velocidad de lo que lo hace la disposición de los desechos tecnológicos, hace que este proyecto tenga un crecimiento exponencial en el futuro.
Es fundamental entender que la fabricación de los productos de tecnología requiere un significativo consumo de energía y de materiales, que nunca se recuperan y su tiempo de vida útil es muy corto, por lo que el reciclado es la clave para manejar los desechos y contribuir a bajar la huella de carbono que inevitablemente se produce con el uso.
Aún si las personas, en forma individual se preocupan por la contaminación al desechar sus computadoras, difícilmente encuentran un circuito que les permitan disponerlas de formas seguras y terminan tirándolas con la basura común, con destino incierto.
No se requieren grandes emprendimientos para recuperar los materiales con una función utilitaria y criterio estético. Cualquier persona puede aprender a reciclar, creando sus propios objetos o haciendo de esa actitud no solo su forma de vida, sino también su trabajo, poniendo al alcance de otros la posibilidad de disfrutar de objetos únicos y contribuir al cuidado del medio ambiente.
La propuesta
En base a estas consideraciones y como una aproximación a desarrollar la idea se pueden ver a través de las fotos proyectos realizados con materiales de descarte.
TERESA SANCHEZ TABORDA
tesantab@yahoo.com.ar
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